Texas vetó este proyecto de ley que les desagradaba a muchos y ahora permitirá cierta sustancia

De haberse aprobado, esa hubiera sido una de las legislaciones más estrictas del país debido a que, además de prohibir su venta, habría tipificado como delito menor la posesión, fabricación o venta de artículos con THC.
A pesar de que la ley no avanzó, cabe señalar que Texas tiene unas de las prohibiciones más fuertes con respecto al cannabis, prohibiendo su uso recreativo y contando con un programa médico muy limitado.
Esa es una de las razones que explica porque los productos con THC se han vuelto tan populares en el estado, y es que existen varios vacíos legales que permitieron la entrada de diversos consumibles con psicoactivos que brindan efectos similares a los de la marihuana.
De hecho, ese fue uno de los argumentos en contra. Los legisladores que quisieron prohibir la venta de productos con THC han asegurado que son peligrosos debido a que no hay supervisión sobre su fabricación.
Los productos con THC no serán prohibidos en Texas. Foto:iStock
No se prohibirá la venta de productos con THC en Texas, pero sí podría haber restricciones
A pesar de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, vetó una ley que hubiera prohibido la venta de productos con THC, sí convocó a una sesión legislativa especial para que se planteen regulaciones más estrictas.
El medio Texas Tribune señaló que será el próximo 21 de julio cuando vuelva a plantearse un debate con respecto a la regulación del cáñamo consumible.
Abbott declaró que Texas debe promulgar un marco regulatorio que proteja la seguridad pública, se alinee con la ley federal, tenga una estructura de cumplimiento totalmente financiada y pueda entrar en vigor sin demora.
Finalmente, aseguró que vetó la ley debido a que, de aprobarse, se hubiera encontrado con muchos obstáculos a nivel federal y estatal, por lo que cree que la regulación es la respuesta.
Aunque habrá que esperar para conocer las propuestas y posibles restricciones, por ahora se está proponiendo prohibir la venta y comercialización de los productos a menores de edad; exigir pruebas durante todo el proceso de producción y fabricación; y destinar mayores recursos a las agencias de seguridad para hacer cumplir las normas.