‘Lo que podemos prever es un colapso total de Gaza’: ¿Qué tan cerca está Israel de controlar la Franja y qué tan factible es solución de dos Estados?

«Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y nosotros también haremos un trabajo con ella. Seremos dueños de ella. Y seremos responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar y otras armas en este sitio», señaló en febrero pasado el presidente Donald Trump durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

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AFP

Ocho meses después y a escasas semanas de que se cumplan dos años de la declaración de guerra contra Hamás -que gobierna la Franja de Gaza desde 2007- las palabras de Trump parecen ser una prefiguración de lo que sucederá.

El no poder detener lo que está pasando es un signo muy malo para las futuras generaciones y lo que quedará arraigado en su psique…

Israel lanzó el pasado martes una gran ofensiva terrestre en Ciudad de Gaza, después de que Estados Unidos, su principal aliado, respaldó su objetivo de erradicar a Hamás -responsable del ataque del 7 de octubre de 2023 que terminó en la muerte de 1.219 personas en Israel-, pese a la creciente alarma internacional por la suerte de la población en el devastado territorio.

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GRETA 1

Una columna de humo durante el bombardeo israelí en Gaza en septiembre de 2025. Foto:AFP

El informe señala seis patrones evidenciados: 

  1. El asesinato y las lesiones graves intencionalmente infligidas a un número de palestinos sin precedentes.
  2. La destrucción sistemática y generalizada de lugares culturales y religiosos que atenta contra la identidad y la cultura de su pueblo.
  3. El asedio deliberado de Gaza y la hambruna que ha provocado como consecuencia.
  4. La política coordinada de destruir el sistema de salud en el enclave.
  5. El uso de la violencia sexual contra los gazatíes.
  6. El ataque deliberado contra los niños, que compromete la existencia de futuras generaciones.

“El no poder detener lo que está pasando es un signo muy malo para las futuras generaciones y lo que quedará arraigado en su psique”, explica la activista y abogada palestina, Soraida Hussein.

Y mientras que el ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, dijo esta semana que en Gaza podría haber una “bonanza” inmobiliaria y afirmó que estaba hablando con Washington sobre cómo dividirse el enclave, la promesa de emplear una «fuerza sin precedentes» en Ciudad de Gaza está causando un centenar de muertos diarios mientras miles de gazatíes intentan huir hacia el sur del enclave afrontando un alto costo y solo a la espera de encontrarse con zonas ya abarrotadas de desplazados.

Vehículos militares israelíes desplegados en la frontera de Israel con la Franja de Gaza. Foto:AFP

Esperanza Santos, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Gaza, le señaló a este diario que la mayoría de la población está moviéndose hacia el sur sin tener un sitio dónde quedarse. “No hay casas disponibles y las que hay están a un precio que es inasumible para prácticamente toda la población. Estamos hablando que ni siquiera hay espacio para ubicar una tienda de campaña”, relata.

Santos explica que las personas que logran salir de la ciudad de Gaza hacia al sur llegan con sus pertenencias, descargan todo en las cunetas de la carretera y se quedan ahí indefinidamente. “Es impactante ver cómo la gente transporta lo que puede y terminan asentándose en lugares inhabitables como los bordes de las vías o sobre la playa”, agrega.

Son 42 kilómetros cuadrados donde pretenden que vivan casi 2 millones de habitantes y cuando el acceso al agua, los alimentos y los servicios médicos están totalmente sobrepasados. Lo que podemos prever es un colapso total de Gaza…

A esto se suma el hecho de que los servicios básicos están al límite y que ahora se tienen que duplicar. “Son 42 kilómetros cuadrados donde pretenden que vivan casi 2 millones de habitantes y cuando el acceso al agua, los alimentos y los servicios médicos están totalmente sobrepasados. Lo que podemos prever es un colapso total de Gaza”, puntualiza Santos.

Según estimaciones de la ONU, alrededor de un millón de personas vivían a finales de agosto en la ciudad de Gaza, el mayor centro urbano del enclave, cuando gran parte de está en ruinas y la campaña de represalia israelí ya deja más de 65.000 fallecidos, en su mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud local, que la ONU considera fiables.

Los palestinos desplazados se desplazan con sus pertenencias hacia el sur de Gaza. Foto:AFP

Entretanto, muchos de los gazatíes forzados a desplazarse insisten en que no hay un lugar seguro en el territorio y, por tanto, prefieren morir en sus casas.

«¿Por qué matar a niños que dormían tranquilamente? Sacamos a los niños en pedazos», dijo a la agencia AFP el gazatí Abu Abd Zaqut.

Y las decenas de miles más que se aferran a la vida esperan hasta días enteros porque les permitan huir cuando las fuerzas israelíes cerraron los pasos temporales y muchos denuncian no haber podido utilizarlos al encontrarse en una zona dominada por el ejército.

«Es como vivir el juicio final o el infierno, pero incluso el infierno sería más clemente», afirma por su parte Fatima Lubbad, que recorrió a pie con sus cuatro hijos unos diez kilómetros para llegar a Deir al Balah tras huir de Ciudad de Gaza el miércoles. «No podemos más», contó a AFP esta mujer de 36 años que «tuvo que dormir con sus hijos en la calle».

El efecto del horror en la psique colectiva humana

Israel bombardeó el único hospital pediátrico en Gaza Foto:AFP

Adrián Mac Liman, experto en Oriente Medio, señala que lo que la humanidad está presenciando es “una masacre colectiva, que recuerda los operativos de limpieza étnica registrados en Europa hacia mediados y finales del siglo pasado”.

“Esto se traducirá en una mezcolanza de temor y rabia de los gazatíes, que se convertirá – a largo plazo – en odio, invalidando las perspectivas de una más que hipotética convivencia entre árabes e israelíes”, advierte.

Es como vivir el juicio final o el infierno, pero incluso el infierno sería más clemente

Al respecto, la activista y abogada palestina, Soraida Hussein, comenta que la realidad en Gaza ha llevado a que muchas personas dejen de creer en las leyes internacionales, “ante su inacción”. «A esto se suma quienes dejaron de creer en algo que se llama derechos humanos, porque nadie los está pudiendo proteger. Por eso, lo que está pasando en Gaza afecta mucho más allá que la causa palestina. El pueblo palestino está pagando el precio, pero esto en realidad es un peligro para toda la humanidad”, agrega.

¿Puede hacer algo la comunidad internacional con relación a la guerra en Gaza?

Palestinos buscan entre los escombros de la torre Al-Ghafari tras su destrucción. Foto:AFP

Pese a que la ofensiva israelí genera rechazo internacional con países como China y Catar exigiendo el cese de las hostilidades, la Unión Europea proponiendo suspender los beneficios comerciales y sancionar a ministros israelíes o el presidente egipcio, Abdelfatah El-Sisi, refiriéndose a Israel como “enemigo” por primera vez desde 1977; lo cierto es que en la práctica el mundo parece no poder contener el horror.

“Estas propuestas o exigencias se suman al sinfín de condenas internacionales convertidas en agua. Son insuficientes, sus autores lo saben, pero tienen que actuar. El problema es que no topamos como siempre con la inoperancia del sistema de las relaciones internacionales actual”, explica Mac Liman.

Las normas están siendo debilitadas cuando Estados poderosos, que incluyen miembros permanentes del Consejo de Seguridad, cometen o son cómplices de violaciones graves del derecho internacional humanitario,

Y mientras se espera que este domingo Portugal reconozca al Estado palestino y el lunes se le sumen nueve naciones más –entre ellas Francia, Reino Unido, Canadá y Bélgica- en una conferencia al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, las amenazas israelíes de emprender represalias diplomáticas y la anexión de Cisjordania, ocupada por Israel desde 1967, son parte de la encrucijada.

«El sistema multilateral (…) está bajo una amenaza existencial», comentó Federico Borello, director ejecutivo interino de Human Rights Watch. «Las normas están siendo debilitadas cuando Estados poderosos, que incluyen miembros permanentes del Consejo de Seguridad, cometen o son cómplices de violaciones graves del derecho internacional humanitario, como está sucediendo en Gaza, en Ucrania y en otros lugares», explicó.

De ahí que expertos consideren que la acción de la ONU se verá muy limitada, en especial teniendo en cuenta la postura de Estados Unidos que, justamente, el jueves volvió a frenar una resolución del Consejo de Seguridad que pedía un alto el fuego en Gaza y le negó la visa al presidente palestino, Mahmud Abás, para asistir a la Asamblea de la semana que entra.

Sin embargo, los países miembro autorizaron a Abás participar telemáticamente de la cita cuando se espera que el encuentro de los más de 140 líderes mundiales dé pasos más directos para lograr la llamada «solución de dos Estados», que busca que ambas partes existan en paz una al lado de la otra.

El analista del International Crisis Group, Richard Gowan, lo llamó un gesto «simbólico» que podría tener un significado real «si los países que reconocen Palestina continúan con pasos adicionales para intentar presionar a Israel a terminar su campaña en Gaza«.

No obstante, Gowan advirtió sobre represalias israelíes y un riesgo de «escalada» por parte del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien se dirigirá a la Asamblea General y ha asegurado firmemente que no habrá un Estado palestino mientras él esté en el poder.

 Columnas de humo  por ataques aéreos israelíes  en Gaza el 15 de septiembre de 2025. Foto:Omar Al-Qatta / AFP

Entretanto, en lo que queda del Hospital Al Rantisi de la ciudad de Gaza, el último pediátrico y que fue bombardeado el martes pasado obligando a los pacientes huir despavoridos, algunos aún enganchados a sus cánulas y tanques de oxígeno, el padre del jefe del departamento de Nutrición, Ahmed Basal, recordó con nostalgia cómo, antes de que Israel sacara sus asentamientos de Gaza en 2005 y sometiera la Franja al bloqueo, en su casa compartían té y comida con visitantes israelíes.

Lo que está pasando en Gaza afecta mucho más allá que la causa palestina. El pueblo palestino está pagando el precio, pero esto en realidad es un peligro para toda la humanidad.

«Nunca imaginé que viviría estas circunstancias en Gaza», lamenta ahora cuando intenta, junto con su hijo, hacer rendir a cuentagotas los pocos medicamentos existentes y sobrevivir sin red de agua y solo una comida al día.

Las organizaciones alertaron de que «más de medio millón de personas se mueren de hambre» desde que el Ejército israelí reforzó su asedio hace seis meses, bloqueando el acceso a alimentos, combustible y medicinas.

De acuerdo con el Ministerio de Sanidad gazatí, al menos 428 personas, entre ellas 146 niños, han muerto por causas relacionadas con el hambre y la desnutrición.

STEPHANY ECHAVARRÍA – Editora Internacional – EL TIEMPO @stephechavarria

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